sábado, 29 de octubre de 2011

EE. UU. PODRÍA MANIPULAR A LATINOAMÉRICA CON LAS REDES SOCIALES

EE. UU. debe usar las redes sociales para influir en los cambios políticos en América Latina. Esto es, al menos, lo que recomienda un informe presentado por senadores republicanos a la Comisión de Relaciones Exteriores del Senado en Washington.

El documento señala que este tipo de tecnologías han permitido que ciudadanos comunes organicen movilizaciones contra algunos gobiernos, citando el ejemplo de los países árabes, como Túnez, Egipto y Libia. Por lo tanto se propone que el Gobierno estadounidense centre su atención en estas plataformas de información para impulsar su democracia.





El informe apunta que América Latina cuenta con un gran número de usuarios de Internet y que las redes sociales serían cruciales para el éxito del refuerzo de la influencia de EE. UU. en la región.Los expertos opinan que este tipo de iniciativas muestran los deseos de control sobre otros países del Gobierno norteamericano. Este informe hace pensar que “EE. UU. puede utilizar las redes sociales para manipular la opinión pública e impulsar el punto de vista norteamericano.

Esto sería un mensaje muy negativo, ya que en vez de querer usar las redes sociales, la gente va a tener grandes sospechas”, señala Raúl Hinojosa, profesor de la Universidad de California en Los Ángeles.Asimismo el experto opina que es posible que los servicios de seguridad nacionales intenten vigilar las redes sociales para “tratar de controlar la dirección política del uso de Internet”

LOS NEGOCIOS SUCIOS EN LA MIRA DE ANONYMOUS ANALYTICS

El famoso grupo de piratas informáticos Anonymous ha anunciado la creación de una nueva "unidad especial de análisis" cuya actividad está relacionada con las finanzas corporativas y se denomina Anonymous Analytics.

El nuevo departamento se dedicará a la identificación de las empresas que gestionan de forma engañosa sus finanzas corporativas y de las operaciones involucradas en el fraude a gran escala. Según los miembros del grupo de piratas informáticos, la aparición de ese tipo de unidad en su área es un paso lógico en la evolución.

Según se informa, en el grupo entraron de manera voluntaria muchos analistas, contadores, auditores, estadísticos, expertos en informática y abogados. Además, la división analítica va a realizar su investigación a partir de la información recibida de manera legal, comparando distintos hechos y revisando cuidadosamente los datos antes de su publicación.

De hecho, Anonymous Analytics ya publicó los datos de la compañía china de productores agrícolas Chaoda Modern Agriculture. Esta empresa, según los 'hackers', siempre falsificaba los informes de datos financieros tras presentarlos en varios mercados de Hong Kong.

Últimamente Anonymous junto con un grupo similar de 'hackers', Lulz Security, comprobaron repetidamente que son capaces de realizar grandes ataques piratas contra los sitios web gubernamentales y departamentales. Entre los sitios atacados por ellos figuran el del Senado de EE. UU., la CIA, el FBI, la OTAN, así como las empresas Mastercard, Visa, Amazon, Sony, Nintendo y otros.

EE. UU. no quiere que la violencia de su policía se vea por el ojo de Google

El gigante de internet Google publicó un informe en el que revela la lista de los países donde los gobiernos tratan de vigilar y mantener un estado policial de alerta en la red. Estados Unidos encabeza el ranking.


La policía ha exigido recientemente a Google que elimine algunos videos en los que supuestamente se muestra la violencia y la brutalidad severa por parte de las fuerzas de seguridad estadounidense.

La otra petición consiste en el bloqueo de ciertos videos cuyo contenido podría manchar la reputación de los agentes de policía. Así, por ejemplo, alrededor de mil manifestantes del movimiento ‘Ocupa Wall Street’ no sólo fueron golpeados violentamente en los últimos días de protestas en Nueva York, sino que además sufrieron los efectos del gas pimienta que la policía estadounidense usó para reducirlos.

La empresa asegura que la cantidad de demandas enviadas por el Gobierno estadounidense, referidas a la eliminación o al bloqueo de contenido “no deseado”, ha aumentado recientemente de una manera progresiva.

El segundo lugar en la lista ocupa India, donde se registran innumerables solicitudes para retirar videos en YouTube que muestran múltiples protestas contra líderes políticos o religiosos.

Lo mismo ocurre en Turquía, donde las peticiones tienen relación con el bloqueo del material que trata sobre la vida de los políticos y los funcionarios del Gobierno. Google no accedió a ninguna de ellas pero sí limitó el acceso a ciertos contenidos.

En Tailandia, la compañía limitó el acceso de los usuarios a aquellos videos que presuntamente insultan a la monarquía, según las leyes que rigen en el país.

Actualmente Google es una de las pocas compañías de operan en Internet que ofrece periódicamente un informe sobre las peticiones que le hacen los gobiernos mundiales y el detalle de cómo actúa la empresa en cada caso.

China revela que Obama llamó a Gaddafi antes de los bombardeos. Gaddafi le dijo cobarde

Un equipo de especialistas chinos en información encriptada y comunicación satelital aseguraron hoy que cuentan con evidencia sobre una conversación realizada el 18 de marzo de 2011 por el presidente de Estados Unidos, Barak Hussein Obama, horas antes del inicio de los primeros bombardeos a Libia cuando Estados Unidos lanzó sus primeros misiles contra las fuerzas de Muammar Gaddafi.



Los especialistas aseguraron que el presidente Obama habría intentado convencer a Gaddafi de negociar una salida al conflicto apremiado por sectores del partido republicano y el complejo militar industrial estadounidense. Instantes después, aviones franceses llevaron a cabo el primer ataque en territorio libio: una aeronave había destruído un tanque militar.

La especie periodística está circulando por los principales centros de información de las fuerzas de la OTAN, quienes no han confirmado o desmentido la conversación entre el líder libio -recientemente asesinado por fuerzas rebeldes de la CNT- en el que Gaddafi no habría aceptado ningún condicionamiento, reclamando a Obama por su cobardía frente a las fuerzas de Al Qaeda, quienes habían perpetrado el ataque a territorio de Estados Unidos, pero ahora eran aliadas del Pentágono.

Las filtraciones de equipo chino de comunicación mencionan la desesperada presión de Sarkozy sobre el Pentágono para adelantar los bombardeos para desviar las críticas de la población francesa por la crisis económica que atraviesa la Unión Europea.

Gaddafi dijo a Obama que su alianza con Al Qaeda era su fracaso y su traición al pueblo de los Estados Unidos. “nosotros moriremos aquí, como patriotas”, dijo Gaddafi antes de interrumpir la comunicación satelital.

Fuente: La Republica (España)

DOLAR, AFIP, BCRA, ECONOMIA

Que es lo que espanta a la gente?

Las declaraciones sin timing y últimamente se han hecho cantidad y desafortunadas.

 Todas me evocaron "el que juega al dolar pierde" "el que deposito dólares se llevara dolares" etc.

Con seños fruncidos, tanquecitos persuasores, dedos acusadores etc.

Control de cambio; ud se acuerda de alguna vez que haya tenido efectividad?

La verdad que no y el esfuerzo se hizo, por que ahora debería funcionar?

Son mas hábiles hoy que ayer y uno no se ha percatado de tal situación, por eso se hizo todo lo anterior se amenazo se acuso y sacaron los tanquecitos a persuadir (perdón eso era de la dictadura) ahora son los gendarmes multiproposito, encima control de cambio.

 Falta el desdoblamiento del dolar y estamos completos.

Que bueno!!

Esto, de quien puede y no comprar se resuelve yendo a la vuelta, en el quiosco de revista, el árbolito o la cueva de algún amigo, que toda la vida se han dedicado, y hoy les ha vuelto la primavera del azul.

Dios es grande y es argentino. No es el 10 che

En uno de los capítulos de los Simpson a los ciudadanos de Springfield los ataca una epidemia y los políticos brillantes los encierran en una enorme campana de cristal para aislarlos, claro que Homero dentro de su torpeza encuentra en el arenero de Lisa el lugar para escapar y liberar al pueblo.

Una fantasía? tal vez, Una realidad? casi poética.

Aunque aislen a toda la city con vallados, soldados, gendarmes o lo que sea, siempre existirá un torpe que encontrará la salida.





viernes, 28 de octubre de 2011

Fin de Semana Musical

Baywacht`s rescue plan


Economic crisis

Europe’s rescue plan

This week’s summit was supposed to put an end to the euro crisis. It hasn’t



YOU can understand the self-congratulation. In the early hours of October 27th, after marathon talks, the leaders of the euro zone agreed on a “comprehensive package” to dispel the crisis that has been plaguing the euro zone for almost two years. They boosted a fund designed to shore up the euro zone’s troubled sovereign borrowers, drafted a plan to restore Europe’s banks, radically cut Greece’s burden of debt, and set out some ways to put the governance of the euro on a proper footing. After a summer overshadowed by the threat of financial collapse, they had shown the markets who was boss.


Yet in the light of day, the holes in the rescue plan are plain to see. The scheme is confused and unconvincing. Confused, because its financial engineering is too clever by half and vulnerable to unintended consequences. Unconvincing, because too many details are missing and the scheme at its core is not up to the job of safeguarding the euro.



Words are cheap…


This is the euro zone’s third comprehensive package this year. It is unlikely to be its last.

The summit’s most notable achievement was to forge an agreement to write down the Greek debt held by the private sector by 50%. This newspaper has long argued for such a move. Yet an essential counterpart to the Greek writedown is a credible firewall around heavily indebted yet solvent borrowers such as Italy. That is the only way of restoring confidence and protecting European banks’ balance-sheets, thus ensuring that they can get on with the business of lending.

Unfortunately the euro zone’s firewall is the weakest part of the deal (see article). Europe’s main rescue fund, the European Financial Stability Facility (EFSF), does not have enough money to withstand a run on Italy and Spain. Germany and the European Central Bank (ECB) have ruled out the only source of unlimited support: the central bank itself. The euro zone’s northern creditor governments have refused to put more of their own money into the pot.

Instead they have come up with two schemes to stretch the EFSF. One is to use it to insure the first losses if any new bonds are written down. In theory, this means that the rescue fund’s power could be magnified several times. But in practice, such “credit enhancement” may not yield much. Bond markets may be suspicious of guarantees made by countries that would themselves be vulnerable if their over-indebted neighbours suffered turmoil.

Under the second scheme, the EFSF would create a set of special-purpose vehicles financed by other investors, including sovereign-wealth funds. Again, there are reasons to doubt whether this will work. Each vehicle seems to be dedicated to a single country, so risk is not spread. And why should China or Brazil invest a lot in them when Germany is holding back from putting in more money?

Together, these schemes are supposed to extend the value of the EFSF to €1 trillion ($1.4 trillion) or more. Sadly, that looks more like an aspiration than a prediction. And because the EFSF bears the first losses, its capital is at greater risk of being wiped out than under a loan programme. This could taint France, which finances the rescue fund and has recently seen its AAA credit rating come under threat. Since the EFSF depends partly on France for its own credit rating, a French downgrade could undermine the rescue fund just when it is most needed.

If the foundations of the firewall are too shallow, then the bank plan plunges too deep. By the end of June 2012, banks are expected to establish a core-capital ratio of 9%. In principle, that is laudable. But if banks have months to reach their target, they can avoid raising new equity, which would dilute their shareholders' stakes, and instead move to the required ratio by shrinking their balance-sheets. That would be a terrible outcome: by depriving Europe’s economy of credit, it would worsen the downturn.

Then there is Greece. Although the size of the writedown is welcome, euro-zone leaders are desperate for it to be “voluntary”. That is because a default would trigger the bond-insurance contracts called credit-default swaps (CDSs). The fear is that a default could lead to chaos, because the CDS market is untested. That is true, but this implausibly large “voluntary” writedown will lead investors in other European sovereign bonds to doubt whether CDSs offer much protection. So while the EFSF scheme is designed to offer insurance to bondholders, the European leaders’ insistence that the Greek writedown be voluntary will make euro-zone debt harder to insure.

Silvio under his hat

…but trust is nowhere to be found
Europe has got to this point because German politicians are convinced that without market pressure the euro zone’s troubled economies will slacken their efforts at reform (see article). Despite a list of promises presented to the summit by Silvio Berlusconi, Italy’s prime minister (see article), Germany has good reason to worry. But it needs to concentrate on institutional ways of disciplining profligate governments, rather than starving the rescue package of funds. As it is, this deal at best fails to solve the euro crisis; at worst it may even make it worse. As the shortcomings of each component become clear, investors’ fears will surely return, bond yields will rise and banks’ funding problems will worsen.

Yet again, disaster will loom. And yet again, the ECB will end up staving it off. Fortunately, Mario Draghi, the ECB’s incoming president, made it clear this week that he realises that is his job. But therein lies the tragedy of this summit. An ECB pledge of unlimited backing for solvent governments would have had a far better chance of solving the crisis months ago, and remains the best option today.

At this summit Europe’s leaders had hoped to prove that their resolve to back the euro was greater than the markets’ capacity to bet against it. For all the backslapping and brave words, they have once again failed. There will be more crises, and further summits. By the time they settle on a solution that works, the costs will have risen still further.






jueves, 27 de octubre de 2011

EE UU Grave. La Crisis Mino su Confianza


La muerte del optimismo en EE UU
  • Un sondeo de opinión del diario 'The New York Times' refleja el bajo estado de ánimo de los norteamericanos, que se sienten mejor representados por los grupo radicales que por el Congreso,
ANTONIO CAÑO
Cientos de manifestantes de la plataforma "Ocuppy Oakland" se concentran en la Plaza Frank Ogawa en Oakland, California. / PETER DaSILVA (EFE)

El movimiento Ocupa Wall Street puede ser pequeño y desorganizado, el Tea Party puede ser extremista y racista, pero ambos reflejan hoy el estado de ánimo de los norteamericanos mejor que el Congreso, la representación legítima del poder popular, y gozan de mayor respaldo que el Gobierno surgido de las urnas. Estados Unidos vive un momento, infrecuente en su historia, en que el pesimismo y la desconfianza en las instituciones condicionan gravemente su futuro.

Según una encuesta del diario The New York Times y la cadena CBS, un 25% de la población tiene una opinión favorable de Ocupa Wall Street y un 46% considera que sus reivindicaciones coinciden con las de una mayoría de norteamericanos. En ese mismo sondeo, un 9% apoya la actuación del Congreso, un 10% respalda al Gobierno y un 46% ve de forma favorable la gestión de Barack Obama. En otra encuesta, en febrero pasado, un 27% creía que el Tea Party es una muestra de las preocupaciones de todos los ciudadanos de este país.
Incluso admitiendo el valor relativo de las encuestas, muy influidas por la cobertura de los medios de comunicación, y aún considerando el riesgo de valorar un estado de ánimo en un sistema político cuya única expresión válida es la del voto, se puede reconocer en esas cifras, y en otras que llevan certificando esa tendencia desde hace meses, que EE UU atraviesa por una crisis de identidad que es, al mismo tiempo, reflejo y consecuencia de su crisis económica y política.

Si se observa la medición diaria de la página web RealClearPolitics, la pérdida de confianza en el Congreso ha ido en aumento, casi de forma constante, desde hace más de dos años. Ninguno de los dos partidos concita particular entusiasmo: demócratas y republicanos están empatados en cuanto a su aceptación popular, un 42%. Lo mismo se puede decir en cuanto al número de personas que consideran que el país camina en dirección equivocada, que crece sin cesar y hoy llega al 75%.

Ese pesimismo es el síntoma más grave de los nuevos tiempos. EE UU no es muy diferente, en este sentido, a otros países europeos en los que las malas condiciones económicas y la falta de respuestas de la clase política han generado escepticismo hacia las instituciones democráticas y, en algunos casos, movimientos de protesta similares a los de Ocupa Wall Street, como el de los indignados en España. El equivalente al Tea Party puede encontrarse en el ascenso de las fuerzas de extrema derecha en países de Europa, y en la germinación de una fea rivalidad cultural entre la Europa del Norte y la del Sur.

Un 66% de los ciudadanos creen que la distribución de la riqueza es injusta, y los datos les dan la razón.
La particularidad de EE UU radica en que ese pesimismo es mucho más destructivo en un país, como este, basado en la iniciativa individual y la confianza del ciudadano en su sociedad. Los sistemas europeos, en alguna medida, funcionan por encima del ciudadano. Aquí, el éxito del país está esencialmente vinculado al éxito de sus individuos, léase Steve Jobs. El optimismo es la principal fuerza motriz de una economía cuyas dos terceras partes dependen del consumo privado, una actividad que está íntimamente relacionada con la confianza en el futuro, es decir, con el optimismo.

Los norteamericanos no encuentran muchas razones para ser optimistas. Un 66% creen que la distribución de la riqueza es injusta, y los datos les dan la razón. Un informe de la Oficina del Presupuesto del Congreso, la institución más respetada del país en materia económica, certificaba el miércoles que, tal como dicen en Ocupa Wall Street, el 1% de la población ha doblado sus ingresos en los últimos 30 años, mientras que la quinta parte más pobre los ha aumentado en un 18%.

Sin embargo, la injusticia distributiva no explica todo el abatimiento actual. De hecho, ese desequilibrio se viene produciendo desde Ronald Reagan y su famosa política del goteo, y solo ahora aparece como un inconveniente en una nación en la que hacer dinero, cuanto más mejor, nunca ha sido pecado. Ese problema ha ascendido en la lista de reivindicaciones ciudadanas en la medida en que han crecido también otros que atormentan y desmoralizan a las familias, problemas como el desempleo, los desahucios de viviendas y las deudas por estudios, que desalientan a millones de jóvenes en un terreno que es esencial para el futuro.

Sobre esos tres asuntos está ofreciendo propuestas estos días el presidente Obama. Ha presentado un plan de inversión pública para estimular la economía, otro para la refinanciación más favorable de las hipotecas y uno más, este miércoles, para reducir los pagos que los estudiantes tienen que desembolsar por sus matrículas, que suelen prolongarse durante muchos años. Todos ellos son planes que han recibido mayormente elogios entre los especialistas y que recogen ideas que en el pasado han sostenido tanto demócratas como republicanos. Pero difícilmente esos planes van a resolver los problemas porque, desgraciadamente, su autor, Obama, es hoy parte del problema.

Esta es la tercera pata de la crisis de confianza en EE UU, la decepción por la situación política. Decepción, primero, con la gestión de Obama, quien siendo todavía apreciablemente respaldado, no ha traído el gigantesco cambio que parecía anunciarse.

El carácter de los estadounidenses se ha envenenado en estos tiempos. Por primera vez en su historia reaccionan con complejos ante un competidor: China. En los años ochenta y noventa del siglo pasado estaban preocupados por la competencia de Japón, pero aquello resultó un revulsivo. Ahora están asustados ante el ascenso de sus rivales, y, tanto en la derecha como en la izquierda, claman por más proteccionismo y más aislacionismo, la dirección contraria al instinto natural de este país.

martes, 25 de octubre de 2011

Almeria España Un Mar de Plastico

Como el hombre interviene el medio ambiente

Europa y la Crisis del Euro



El agujero en el cubo de Europa


La amarga verdad es que, cada vez más, parece que el sistema del euro está condenado
PAUL KRUGMAN 25/10/2011

Si no fuese tan trágica, la actual crisis europea tendría gracia, vista con un sentido del humor negro. Porque a medida que los planes de rescate fracasan estrepitosamente uno tras otro, las Personas Muy Serias de Europa -que son, si ello es posible, aún más pomposas y engreídas que sus homólogas estadounidenses- no dejan de parecer cada vez más ridículas.

Berlusconi estudia nuevos recortes ante la presión de los países de la UE

Berlusconi vuelve a reunir a su Gobierno para buscar a contrarreloj un acuerdo sobre los recortes

Me referiré a la tragedia en un minuto. Primero, hablemos de los batacazos, que últimamente me han hecho tararear aquella vieja canción infantil de "Hay un agujero en mi cubo".

Para los que no conozcan la canción, trata de un granjero perezoso que se queja del mencionado agujero y a quien su mujer le dice que lo arregle. Pero resulta que cada acción que ella propone, requiere una acción previa y, al final, ella le dice que saque un poco de agua del pozo. "Pero mi cubo tiene un agujero, querida Liza, querida Liza".

¿Qué tiene esto que ver con Europa? Bueno, a estas alturas, Grecia, donde se inició la crisis, no es más que un triste asunto secundario. El peligro claro y actual proviene más bien de una especie de pánico bancario respecto a Italia, la tercera economía más grande de la zona euro. Los inversores, temiendo una posible suspensión de pagos, están exigiendo tipos de interés altos en la deuda italiana. Y estos tipos de interés elevados, al aumentar la carga del pago de la deuda, hacen que el impago sea más probable.

Es un círculo vicioso en el que los temores al impago amenazan con convertirse en una profecía que acaba cumpliéndose. Para salvar el euro, hay que contener esta amenaza. ¿Pero cómo? La respuesta tiene que conllevar la creación de un fondo que, en caso necesario, puede prestar a Italia (y a España, que también está amenazada) el dinero suficiente para que no necesite adquirir préstamos a esos tipos elevados. Dicho fondo probablemente no tendría que usarse, puesto que su mera existencia debería poner fin al ciclo del miedo. Pero la posibilidad de un préstamo a una escala verdaderamente grande, sin duda por valor de más de un billón de euros, tiene que estar ahí.

La pega es esta: las diversas propuestas para la creación de dicho fondo siempre requieren, al final, el respaldo de los principales Gobiernos europeos, cuyas promesas a los inversores deben ser creíbles para que el plan funcione. Pero Italia es uno de esos Gobiernos importantes; no puede conseguir un rescate prestándose dinero a sí misma. Y Francia, la segunda economía más grande de la zona euro, se ha mostrado vacilante últimamente, lo que ha hecho surgir el temor de que la creación de un gran fondo de rescate, que en la práctica se sumaría a la deuda francesa, simplemente sirva para añadir a Francia a la lista de países en crisis. Hay un agujero en el cubo, querida Liza, querida Liza.

¿Ven a qué me refiero cuando digo que la situación tiene gracia vista con un sentido del humor negro? Lo que hace que la historia sea realmente dolorosa es el hecho de que nada de esto tenía que pasar.

Piensen en países como Gran Bretaña, Japón y Estados Unidos, que tienen grandes deudas y déficits pero siguen siendo capaces de adquirir préstamos a intereses bajos. ¿Cuál es su secreto? La respuesta, en gran parte, es que siguen teniendo sus propias monedas y los inversores saben que, en caso de necesidad, podrían financiar sus déficits imprimiendo más moneda. Si el Banco Central Europeo respaldase de un modo similar las deudas europeas, la crisis se suavizaría enormemente.

¿No provocaría eso inflación? Probablemente no: a pesar de lo que Ron Paul y otros como él puedan creer, la creación de dinero no es inflacionista en una economía deprimida. Además, lo que Europa necesita de hecho es una inflación general moderadamente más alta: una tasa de inflación general demasiado baja condenaría a los países del sur de Europa a años de deflación demoledora, lo que prácticamente garantizaría un paro elevado continuo y una cadena de impagos.

Pero esa medida, nos dicen una y otra vez, está fuera de toda discusión. Los estatutos en virtud de los que se creó el Banco Central Europeo supuestamente prohíben este tipo de cosas, aunque uno sospecha que unos abogados inteligentes podrían encontrar el modo de resolverlo. El problema más general, sin embargo, es que el sistema del euro en su conjunto se diseñó para combatir en la última guerra económica. Es una Línea Maginot construida para evitar una repetición de la década de 1970, lo cual es peor que inútil cuando el verdadero peligro es una repetición de la década de 1930.

Y este giro de los acontecimientos es, como he dicho, trágico.

La historia de la Europa de posguerra es profundamente inspiradora. A partir de las ruinas de la guerra, los europeos construyeron un sistema de paz y democracia, y de paso, unas sociedades que, aunque imperfectas -¿qué sociedad no lo es?- son posiblemente las más decentes de la historia de la humanidad.

Pero ese logro se ve amenazado porque la élite europea, en su arrogancia, encerró el continente en un sistema monetario que recreaba la rigidez del patrón oro y que -como el patrón oro en los años treinta- se ha convertido en una trampa mortal.

A lo mejor los dirigentes europeos dan ahora con un plan de rescate verdaderamente creíble. Eso espero, pero no confío en ello.

La amarga verdad es que cada vez da más la impresión de que el sistema del euro está condenado. Y la verdad todavía más amarga es que, dado el modo en que ese sistema se ha estado comportando, a Europa le iría mejor si se hundiese cuanto antes mejor.



Paul Krugman es profesor de economía en Princeton y premio Nobel 2008. © New York Times Service 2011. Traducción de News Clips.