viernes, 17 de febrero de 2012

Euro: preparan la salida de la moneda unica








EL 'EUROGEDDON' COMIENZA A SER uNA REALIDAD

La crisis de deuda de la zona euro posibilita cada vez más el regreso de las monedas nacionales. Los expertos hablan ya de esta opción en términos de cuándo podría comenzar a implementarse.

Europa vuelve a sus monedas

En general, hay una serie de factores que favorecen la propuesta y la población no está en contra. Así, según las encuestas, más de un tercio de los franceses abogan por el regreso al franco. En la ciudad de Leblanc, en el centro del país, las tiendas y bancos todavía usan los francos que quedaron obsoletos desde el 2002.

Paradójicamente, los alemanes también votan a favor del marco, aunque su política de exportación debería hacerlos fieles a la moneda única. Además, el ex primer ministro de Grecia YorgosPapandreu solía a asustar a los prestamistas europeos con el regreso a la dracma.
Los expertos han acuñado ya un nombre para este escenario decepcionante: el 'Eurogeddón'. En este contexto, los bancos centrales de los países de la eurozona ya comenzaron a preparar los mecanismos para "reanimar" sus monedas nacionales en caso del colapso de la unión monetaria.
Los bancos centrales unidos contra el euro

El Banco Central de Irlanda ha sido uno de los primeros en preparar los documentos necesarios para empezar a trabajar rápidamente con su moneda nacional. Incluso, ahora está considerando seriamente la posibilidad de obtener un acceso adicional a la imprenta para crear nuevos billetes.

Algunos bancos centrales de Europa están abandonando poco a poco el euro como su principal referencia y comienzan a trabajar en los mecanismos para lograr la estabilidad de sus monedas nacionales.

Así el Banco de Grecia anunció que tiene sus propias instalaciones para imprimir billetes. El Banco Central de Suiza, que recientemente vinculó el franco suizo al euro, se encuentra ahora en busca de una guía más confiable. Una situación similar ocurre en Letonia.

El Banco Central de Bosnia-Herzegovina eligió un rumbo más claro y en caso del colapso de la zona euro atará su divisa al marco alemán.

Las autoridades de Montenegro, que no entró formalmente en la zona euro, no han trasladado todas sus operaciones a euros, sino que han comenzado a analizar la introducción de su propia moneda nacional.

Las principales instituciones financieras consideran con urgencia la transferencia a una moneda nacional, lo que indica un rápido deterioro de la situación en la región, afirman los expertos.

Cual seria el costo de la salida del Euro

El retorno a las monedas nacionales es el paso recomendado por los economistas más prominentes para los países problemáticos de Europa. Pero el coste de la medida será muy alto no solo en términos de economía, sino política, calcularon los analistas de UBS.

“¡Fuera de la zona euro!”, es el llamamiento con el que se dirigen los conocidos expertos, como el ex economista jefe del BCE, Otmar Issing, o el director del Instituto alemán Ifo, Hans-Werner Sinn, a los países de la zona euro que experimentan problemas económicos.

Según el banco UBS, este escenario va a costar caro: el precio de la salida de un país de la moneda única ascenderá a unos 9.500 - 11.500 euros durante el primer año por habitante. En general, esto equivaldría a un 40-50% del PIB. En los años siguientes, debido al colapso del sistema bancario, del comercio internacional, de la suspensión de pagos y de la quiebra de compañías, las pérdidas alcanzarán 3.000- 4.000 euros por persona.

Se tuvo en cuenta también otro escenario: la renuncia al euro por parte de la primera economía de la zona euro, Alemania. Para los economistas, el regreso a los marcos es fantástico, y para los ciudadanos, según los sondeos, es algo deseable. Sin embargo, de acuerdo con UBS, les costaría muy caro: 6.000-8.000 de euros durante el primer año, equivalente a un 20-25% del PIB, y 3.500 - 4.500 euros en los siguientes. La economía del país tampoco ganaría con la medida: se encontrará con la recapitalización del sistema bancario, los impagos corporativos y las consecuencias de la caída del comercio internacional.

Y estas cantidades son solo una estimación aproximada del coste del retorno a la dracma, el escudo, o la libra irlandesa. En realidad, puede ser aún mayor. La huida de la nave que se hunde -la zona del euro- de por lo menos de un país, es un alto riesgo, ya que en este caso la especulación sobre la posible salida de otros países débiles repercutirá negativamente en sus economías.

Las consecuencias políticas de la renuncia al euro no serían mejores que las económicas. En primer lugar, la influencia de Europa en el mundo se debilitará. En segundo lugar, el colapso de las uniones monetarias a lo largo de la historia ha estado siempre acompañado de disturbios o incluso guerras civiles. Por lo tanto, los inversores no deben apostar por este escenario, porque los países no van a ganar nada.


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