miércoles, 16 de diciembre de 2015

Presidente Macri y la Corte Suprema

Sobre el  nombramiento de dos jueces en comisión ante la Corte Suprema el Dr Adrián González Illing puntualizó.

El art. 99 inc. 19 de la Constitución Nacional establece que el Presidente de la Nación puede:


 “Llenar las vacantes de los empleos, que requieran el acuerdo del Senado, y que ocurran durante su receso, por medio de nombramientos en comisión que expirarán al fin de la próxima Legislatura”. 

Cabe aclarar que este inciso se refiere a las “vacantes de empleos” que se puedan dar en el ámbito de la Administración Pública Nacional que requieran la conformidad de los miembros de la Cámara Alta, como ser el caso de embajadores, militares o miembros del Banco Central. 

Entiendo que una interpretación contraria por parte del Poder Ejecutivo Nacional implicaría violentar la división de poderes que caracteriza a una República, dado que la autoridad máxima de un órgano del Estado no tiene facultades para cubrir “vacantes de empleos” de otro órgano. 

En conclusión, el único mecanismo constitucional que habilita al Presidente de la Nación para la designación de los miembros de la Corte Suprema es el previsto en el art. 99 inc. 4° de la Carta Magna, es decir “con acuerdo del Senado por dos tercios de sus miembros presentes, en sesión pública, convocada al efecto”.

Por Dr Adrián González Illing

Profesor de Derecho Administrativo

viernes, 25 de septiembre de 2015

Scioli y Massa, un asunto de peronistas


La volatilidad política en la Argentina es enorme, pero a un mes de las elecciones las cosas se empiezan a acomodar. Sergio Massa, que hasta hace poco parecía descartado de la contienda electoral, hoy parece ser quien dará la pelea con Daniel Scioli por la presidencia por el simple hecho de ser el único que le puede disputar el poder al kirchnerismo en un balotaje.

En momentos de carpetazos y acusaciones cruzadas, Scioli y Massa parecen afirmarse como los que definirán las elecciones en balotaje, más allá de las encuestas es lo que se percibe en la calle y lo que se siente en todo el país. Con el PRO sumergido en sus propias contradicciones y problemas internos que expusieron a algunos de sus dirigentes, situación que obstaculizó, por los menos hasta el momento, las chances de Macri.

En contraposición a esto, Massa, levantando la bandera de las propuestas y “el equipo de gobierno”, subió raudamente en las encuestas y hoy parece que sería quien defina con Scioli en noviembre la segunda vuelta. Pero si había alguna duda de esto, las inquietudes las despejaron en el PRO, con declaraciones de Gabriela Michetti, Marcos Peña y hasta del mismísimo Jaime Durán Barba, que en vez de focalizarse en la campaña propia, tomaron un discurso ofensivo, planteando supuestos acuerdos espurios y como siempre culpando al peronismo.

Scioli, el referente de un kirchnerismo que para muchos es una etapa superadora del peronismo pero que en realidad no hizo más que convertirse en un esquema de poder nefasto que el peronismo buscará borrar de la memoria como ya hizo con otros esquemas, tiene la ventaja del aparato oficial pero la desventaja de Cristina, Zannini, Kicillof y máximo, entre otros, lo que hace que no pueda ganar en primera vuelta. Ante esto, la gente nota que cuando el gobernador de Buenos Aires amaga a cortar lazos con la ortodoxia K, la presidenta hace una cadena nacional y “acomoda” todo.

Massa quiere representar algo distinto, pone el énfasis en las propuestas y equipo, situación que parece haber empezado a hacer mella, volviendo a rodearse de peronistas como José Manuel De la Sota, Felipe Solá, Ramón Puerta, Graciela Camaño o Jorge Busti, su candidatura tomó otro color y hoy por hoy entraría al balotaje con Scioli, escenario que, mida quien lo mida, lo consagraría como el próximo presidente por un sencillo análisis, el peronismo demostró que más allá de ser un partido de poder, interpreta mejor que nadie la justicia social y la idea de una Argentina para todos, por lo tanto el futuro del país se convirtió en un asunto de peronistas en donde la gente se dio cuenta que la definición pasa por Scioli o Massa.

En un escenario serio y sin apoyo de grupos mediáticos, el sentido común le indicó a la gente que el único que puede aspirar a disputarle el poder a Scioli es Massa; Macri y el PRO, en cambio, van a ser tema de estudio en barias facultades de marketing, publicidad y ciencias políticas.

Por Leo Anzalone

LA MASSA CRÍTICA (para derrotar al populismo)


El gran objetivo cultural y político de Argentina es sacarse de encima el lastre que no la deja crecer ni en lo institucional ni en lo económico: el populismo cristinista.


Algo imposible de lograr en las próximas elecciones. Si gana Scioli éste continuará la visión populista, como surge de su discurso económico con dependencia de Kicillof. Si pierde, entonces desde el Congreso, camporas infiltrados, jueces y fiscales militantes, gobernadores, intendentes y prensa amiga, continuarán sus objetivos de poder.

Gane o pierda las elecciones, la voluntad política del populismo continuará. Básicamente bajo la conducción autoritaria de Cristina.

Esta realidad demuestra el grave error de ir a elecciones para colocar un candidato “bien intencionado” o “buen administrador”, pues de acuerdo al objetivo debemos instalar al que derrote al populismo. Y ese es Sergio Massa, el más fuerte interlocutor del populismo-cristinista, no solo porque la derrotó en 2013, sino porque ofrece precisiones económicas e institucionales. Mas una destacada coherencia interna en el equipo que lidera.

Frente a un Scioli débil por su dificultad para representar a un partido que no lidera y ante un Macri flojo como opositor, sin proyecto claro, Massa se destaca por su firmeza de carácter y un proyecto político-económico elaborado. Hoy, es “hombre fuerte” y árbitro natural.

Y muchos radicales, como Julio Cobos, se lamentan por no haber llegado a un Acuerdo amplio en Gualeguaychu: faltó la visión política mínima.

El conjunto de Massa, Lavagna y De la Sota tiene en su haber un plan económico puesto a prueba con éxito por Lavagna, para salir del marasmo 2001, y por De la Sota para reorganizar su provincia con éxito industrial, agroindustrial, agropecuario y turístico. Ante el derrumbe económico y financiero que deja Cristina, es un plan concreto para levantar la economía sobre una base deProducción y el Trabajo.

El Frente Renovador fue el primer partido en atacar la ambigüedad económica, que caracteriza a los demás. Ha ofrecido precisiones cuantitativas que implican riesgos, sabiendo que el que no arriesga no gana. Es la actitud más opuesta a Duran Barba, de no arriesgar, no decir, no comunicar, no asumir compromisos, que muchos rechazamos por ausencia de coraje y falta de proyecto.

Esas precisiones fueron ofrecidas por el Frente Renovador en el Broadway.

Bajar la inflación al 9% en dos años, y 5% al fin del mandato. Pagar 82% móvil a jubilados, eliminar Ganancias a trabajadores y retenciones a economías regionales. Crear impuestos a las rentas financieras y al juego. Reducir la presión impositiva en 30% e implementar el plan PPP para emplearun millón de jóvenes. Crear 17.230 centros de desarrollo infantil, aplicar a las FFAA narcotráfico y un “pacto federal” para eliminar reelecciones provinciales. Sobre Corrupción, insistió en la reforma del Código Penal, y sobre Educación reafirmó la exigencia a maestros y educadores.

Se trata de precisiones, no solo números económicos, valen más porque actúan en el interior de un proyecto político. Muy distinto a buscar rentabilidades económicas políticamente inocuas.

Después del diluvio electoral

Como dijimos en otras ocasiones, la política no comienza ni termina con elecciones, así que vale formular algunas hipótesis predictivas sobre el rol del Frente Renovador desde diciembre en adelante.

A) Con un Acuerdo ganador entre Massa y Macri. En ese caso el massismo tendrá el juego protagónico, el relevante, dada su dinámica, fortaleza política y carácter para hacer frente a las embestidas destinadas al retorno de Cristina en 2019. Con Lavagna y de la Sota, creíbles y respetables, seguirá recibiendo adhesiones peronistas, hasta vaciar la base política populista.

Ya mismo, las conversaciones entre De la Sota y Macri son un salvavidas, recurso de última instancia, para Pro. Y un anhelo de coherencia para la centroderecha de nuestro país.

B) Sin Acuerdo, con triunfo de Daniel Scioli. La debilidad de Scioli, verdadero no-líder, lo llevará a buscar apoyos en el Frente Renovador para enfrentar a un cristinismo que lo quiere aislado y sumiso. Por ejemplo, en el Opera, Scioli volvió a demostrar su sumisión económica, anticipando un bajísimo nivel de gobernabilidad. Todo ello significa agua para el molino de Massa, como percibió incómoda Patricia Bullrich.

En caso de un triunfo de Scioli, el cuasi-proyecto Pro va quedar desdibujado, esa derrota lo desvaloriza, muchos le reclamaremos su falta de Acuerdo con el hombre fuerte, por ausencia de visión política.

Desilusiones Pro
Mauricio Macri se asusta y defiende ante posibles “carpetazos”, no instala el enfrentamiento suficiente y su amabilidad blanda e imprecisa se vuelve inocua. La sospecha de que no habrá Acuerdo antes del 25 de Octubre, pone de mal humor a su electorado, pues está claro el riesgo de perder en esa fecha. Tres aspectos mal resueltos mellan la ilusión Pro.

I. ¿Porque a los kirchneristas les perdonan su corrupción y no al Pro?La respuesta es que el Pro ofrece un cambio en nuestra base ética de comportamiento público, pero lo ocurrido con Niembro y con Cristóbal López, no representan ningún cambio. Des-ilusión que afecta al electorado de Pro.

II. Recién ahora, a un mes de las elecciones, el Pro ha designado un coordinador de equipos económicos internos. Es que Frigerio, Surtsenegger y Melconián nunca opinaron lo mismo y, aunque el primero tiene mejor imagen, todavía no se conocen las propuestas comunes entre todos. Lentitud desilusionante, muy peligrosa para gobernar.

III. Ante el magro resultado de las Paso, muchos macristas explicaron que llegó el tiempo de los Acuerdos. Lo hizo Iván Petrella y también surgía de las amables conversaciones públicas entre Patricia Bullrich y Graciela Caamaño. Todo eso parece sucumbir ante los ataques cruzados por Niembro y otras acusaciones. Tercera lamentable des-ilusión.

Así, las desilusiones que provee Pro dan para suponer que para el 25 de Octubre serán muchos los votos para Massa. Y éste convocará a Pro.



Los independientes, sin fidelidades partidarias, estamos dispuestos al análisis crítico, por los resultados, de quien triunfe. También creemos contar con la Massa Crítica para derrotar al populismo…ahora y después de las elecciones.

Fuente: On 24 septiembre, 2015, in Politica independiente, by Carlos Lanusse