No dejes que nadie opaque tu luz, siempre sé fiel a quien eres. Rise and rise again, until Lambs become Lions, El fracaso no es una opción
sábado, 12 de noviembre de 2011
viernes, 11 de noviembre de 2011
Marketing Estrategico The Fun Theority.com
The Fun Theority.com
Proponen usar las escaleras de una forma divertida en vez de las mecánicas. Veamos
Marketing Estrategico 10 reglas de Negocios
“Regla Nº 1: Nunca pierda dinero, Regla Nº 2 Nunca olvide la regla Nº1”
Nº 2 bis A los que esperan les llegan cosas buenas, siempre que escojan
la acción correcta .
Nº 3 “Nunca temas pedir demasiado cuando vendas, ni ofrecer muy
poco cuando compres”.
Nº4 “No puede hacer un buen trato con una mala persona”.
La regla es simple: la gente integra tiende a funcionar bien, la gente que no lo es
tiende a lo contrario. Lo mejor es no confundirlas. La primera impresión es valiosa
Nº 5 “Las grandes fortunas personales en este país no se forjaron con
una cartera de acciones de 50 empresas. Las forjó alguien que
reconoció un negocio fantástico”
Nº 6 “No se puede desformar un contrato, por lo tanto reflexione antes
de hacerlo”.
Nº 7 “Es más fácil meterse en problemas que salir de ellos”.
Nº 8 “Debería invertir como los matrimonios católicos: para toda la
vida”
Nº 9 “Wall Street es al único lugar donde se va en Rolls Royce para
dejarse aconsejar entre los que llegan en metro”.
Nº 10 “EL DINERO NO COMPRA LA FELICIDAD”
Ya puedes ser el hombre más rico del mundo, que sin el amor de la
familia y los amigos también serás el más pobre.
Colofón
Nº 11 Hay mucho dinero que ganar en el centro del campo. No hace falta salir a jugar a
los extremos. Wall Street rebosa de gigantes caídos que dejaron que la
codicia pudiera con la sensatez y no supieron prestar atención a este consejo.
Nº 2 bis A los que esperan les llegan cosas buenas, siempre que escojan
la acción correcta .
Nº 3 “Nunca temas pedir demasiado cuando vendas, ni ofrecer muy
poco cuando compres”.
Nº4 “No puede hacer un buen trato con una mala persona”.
La regla es simple: la gente integra tiende a funcionar bien, la gente que no lo es
tiende a lo contrario. Lo mejor es no confundirlas. La primera impresión es valiosa
Nº 5 “Las grandes fortunas personales en este país no se forjaron con
una cartera de acciones de 50 empresas. Las forjó alguien que
reconoció un negocio fantástico”
Nº 6 “No se puede desformar un contrato, por lo tanto reflexione antes
de hacerlo”.
Nº 7 “Es más fácil meterse en problemas que salir de ellos”.
Nº 8 “Debería invertir como los matrimonios católicos: para toda la
vida”
Nº 9 “Wall Street es al único lugar donde se va en Rolls Royce para
dejarse aconsejar entre los que llegan en metro”.
Nº 10 “EL DINERO NO COMPRA LA FELICIDAD”
Ya puedes ser el hombre más rico del mundo, que sin el amor de la
familia y los amigos también serás el más pobre.
Colofón
Nº 11 Hay mucho dinero que ganar en el centro del campo. No hace falta salir a jugar a
los extremos. Wall Street rebosa de gigantes caídos que dejaron que la
codicia pudiera con la sensatez y no supieron prestar atención a este consejo.
Movemarketing
Especialistas en planeamiento estratégico y análisis de factibilidad de proyectos,franquicias internacionales, Auditorias de marketing
Tel 54-911-6421-4699 Buenos Aires, Argentina
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jueves, 10 de noviembre de 2011
El proyecto para indemnizar a los afectados no contempla los bienes perdidos
Es inentendible la desproteccion a las que estamos sometidos en la Ciudad de Buenos Aires por parte del Ejecutivo de la Ciudad.
Es inentendible la falta del sentido de solidaridad con la que se maneja el Ingeniero Macri.
Es inentendible que especulen con la propiedad de la gente y que inclusive no se los trate con el cuidado que se debe ante una situación mas que traumatica.
Es inentendible que se redacte un hipócrita proyecto de expropiación para hacer luego un negocio de vivos
La plena responsabilidad de lo ocurrido en el domicilio de Bartolomé Mitre que incluye además una muerte es del ingeniero Macri y de la incapacidad de sus funcionarios.
Ademas con la clara disposición de los fondos públicos para instrumentar una indemnización donde el precio limite seria la reparación real del bien en todos sus conceptos. Pero esta gravisima falta la ocasiono la Administración Macri y toda la indemnización debe surgir de los bolsillos del Jefe de Gobierno su gabinete y funcionarios de planta por que se los eligio para administrar no para que la Ciudad pague por los desmanes que realizan.
Este no es el primer edificio que se viene abajo, ya se cuentan por decenas y ademas son constantes las denuncias contra la oficina de habilitaciones de obras, inclusive su director fue practicamente interpelado hace unos 20 dias por el programa CQC donde no supo como contestar a los requerimientos del periodista y su reaccion fue hecharlo con la seguridad.
Y ahora que? cuales son las respuestas verdaderas?
la situacion es que no se tienen respuestas por que la verdad es demasiado oscura en esa oficina.
Los ciudadanos de Buenos Aires recien caemos en la cuenta de que las cosas se hacen muy mal y justamente por que ponen en peligro nuestras vidas. Que al parecer eso para el Ingeniero es solo un detalle.
Es inentendible la falta del sentido de solidaridad con la que se maneja el Ingeniero Macri.
Es inentendible que especulen con la propiedad de la gente y que inclusive no se los trate con el cuidado que se debe ante una situación mas que traumatica.
Es inentendible que se redacte un hipócrita proyecto de expropiación para hacer luego un negocio de vivos
La plena responsabilidad de lo ocurrido en el domicilio de Bartolomé Mitre que incluye además una muerte es del ingeniero Macri y de la incapacidad de sus funcionarios.
Ademas con la clara disposición de los fondos públicos para instrumentar una indemnización donde el precio limite seria la reparación real del bien en todos sus conceptos. Pero esta gravisima falta la ocasiono la Administración Macri y toda la indemnización debe surgir de los bolsillos del Jefe de Gobierno su gabinete y funcionarios de planta por que se los eligio para administrar no para que la Ciudad pague por los desmanes que realizan.
Este no es el primer edificio que se viene abajo, ya se cuentan por decenas y ademas son constantes las denuncias contra la oficina de habilitaciones de obras, inclusive su director fue practicamente interpelado hace unos 20 dias por el programa CQC donde no supo como contestar a los requerimientos del periodista y su reaccion fue hecharlo con la seguridad.
Y ahora que? cuales son las respuestas verdaderas?
la situacion es que no se tienen respuestas por que la verdad es demasiado oscura en esa oficina.
Los ciudadanos de Buenos Aires recien caemos en la cuenta de que las cosas se hacen muy mal y justamente por que ponen en peligro nuestras vidas. Que al parecer eso para el Ingeniero es solo un detalle.
miércoles, 9 de noviembre de 2011
Harvard se une al Movimiento 15-O
Occupy the Facts: Harvard se une al movimiento con investigaciones que se harán públicas
Occupy the Facts es un esfuerzo en el que se han embarcado 20 estudiantes de doctorado de la Universidad de Harvard. La noche del domingo anunciaron la creación y explicaron las bases con las que se espera un doble esfuerzo: combatir las acusaciones sobre la desinformación de los manifestantes del movimiento Occupy y llevar a cabo una serie deinvestigaciones políticas con ayuda de los profesores para hacerlas públicas, todo ello valiéndose de la información privilegiada que tienen en el centro y de las diferentes plataformas que brinda la red.
La idea, tal y como cuentan, surgió a partir de la desinformación de la que se hace gala en muchos medios acerca de los manifestantes. El movimiento #occupy se dice que esta formado por un gran número de manifestantes que no tienen claro el origen de las protestas más allá de la situación personal de cada uno. Se critica la falta de información sobre las cuestiones políticas.
Bajo esta premisa se han estado reuniendo durante el mes de octubre 20 estudiantes de doctorado de Harvard. Lo que busca esta organización anunciada este domingo es conformarse como un medio, uno más que pueda ayudar a los ciudadanos y que ofrezca claves y exclusivas a través de la información privilegiada a la que tienen acceso.
Occupy the Facts explica que durante las próximas tres semanas desarrollará el primer paquete informativo. En este tiempo llevarán a cabo investigaciones de gran calado sobre la política actual y las harán accesibles al movimiento de manera pública. Así lo explicaba Peter D. Davis, uno de los creadores del proyecto:
Queremos crear investigaciones sobre las políticas que se hagan públicas en torno a las demandas de los manifestantes, queremos crear informes con datos reales. Vemos el movimiento Occupy como una oportunidad para conseguir el tipo de cambio que mucha gente de nuestra generación quiere y ha estado soñando
¿Y cómo lo harán? Aunque el medio parece que será multi-formato, a medias entre la construcción de una base de datos en la red y la publicación en papel, Internet será el protagonista. Junto a los informes se crearán canales en YouTube con vídeos explicativos sobre los análisis para la comprensión. Además se anuncian infografías que ayuden como soporte.
El grupo se reunió con miembros y manifestantes de Occupy el mes pasado para determinar cómo podrían ayudar al movimiento. La conclusión final fue que podían aprovechar los recursos de investigación que dispone la Universidad de Harvard con información concluyente y más accesible. Según Davis:
Occupy no es un movimiento cerrado, es abierto, no es algo que debamos seguir como espectadores. Nosotros debemos participar. Tenemos la ventaja comparativa de ser estudiantes de Harvard, tenemos acceso a una gran cantidad de recursos para la investigación, acceso a los profesores que están mejor informados en los temas y nos ayudarán y tenemos acceso a un sistema de biblioteca sin igual
Estaremos atentos a un esfuerzo que promete ofrecer información fuera del círculo de los medios. Un esfuerzo que cómo ellos mismos indican, intentará revelar información “clara e independiente de las políticas públicas”. Información no sesgada desde una de las universidades más prestigiosas del planeta.
martes, 8 de noviembre de 2011
Borges Inedito
Presentan en Madrid un texto de Borges inédito en español
Del Blog de Ana Tosi
El siguiente es un fragmento de la disertación que dio Jorge Luis Borges en la Universidad de Austin, Texas, en 1968, ahora traducida íntegramente al español y publicada en forma de libro, con el título Mi amigo Don Quijote:
“Pero ahora hablaremos de nuestro amigo Don Quijote.
Digamos, primero, que el libro ha tenido un extraño destino. Pues de algún modo, apenas si podemos entender por qué los gramáticos y académicos le han tomado tanto aprecio a Don Quijote. En el siglo XIX fue alabado y elogiado, diría yo, por las razones equivocadas. Por ejemplo, si consideramos un libro como el ejercicio de Montalvo, capítulos que se le olvidaron a Cervantes, encontramos allí que Cervantes fue admirado por la gran cantidad de proverbios que conocía. Y el hecho es que, como todos sabemos, Cervantes se burló de los proverbios haciendo que su rechoncho Sancho abundara en ellos. Entonces, la gente consideró a Cervantes un escritor de estilo fino. Y debo decir que a Cervantes no le interesaba para nada la escritura florida. La escritura refinada no le agradaba demasiado, y leí en alguna parte que la famosa dedicatoria de su libro al Conde de Lemos fue escrita por un amigo suyo o copiada de un libro, ya que él mismo no estaba especialmente interesado en escribir esa clase de cosas. Cervantes fue admirado por su fino estilo, y por supuesto, el estilo fino significaba muchas cosas. Si pensamos que de algún modo Cervantes nos transmitió el personaje y el destino del ingenioso hidalgo Don Quijote de la Mancha, tenemos que admitir su fino estilo o, más bien, algo más que eso, porque cuando hablamos de estilo fino pensamos en algo meramente verbal.
Me pregunto cómo hizo Cervantes para lograr ese milagro, pero de algún modo lo logró. Y recuerdo ahora una de las cosas más sorprendentes que he leído, algo que me produjo tristeza. Stevenson dijo: “¿Qué es el personaje de un libro?”. Y respondió: “Después de todo, un personaje es una ristra de palabras”. Es cierto, y sin embargo, lo consideramos una blasfemia. Porque cuando pensamos, digamos, en Don Quijote o en Huckleberry Finn, en Mr. Pickwick, o en Peer Gynt, o en Lord Jim, sin duda no pensamos en ristras de palabras. También podríamos decir que nuestros amigos están hechos de cadenas de palabras y, por supuesto, de percepciones visuales. Cuando nos encontramos con un verdadero personaje en la ficción, sabemos que ese personaje existe más allá del mundo que lo creó. Sabemos que hay cientos de cosas que no conocemos, y que sin embargo existen. De hecho, hay personajes de la ficción que cobran vida en una sola frase. Y tal vez no sepamos demasiadas cosas sobre ellos, pero, esencialmente, lo sabemos todo de ellos. Por ejemplo, ese personaje creado por el gran contemporáneo de Cervantes, Shakespeare: Yorick, el pobre Yorick es creado, diría, en unas pocas líneas. Cobra vida. No volvemos a saber nada de él, y sin embargo sentimos que lo conocemos. Y tal vez, después de leer Ulises , conocemos cientos de cosas, cientos de hechos, cientos de circunstancias acerca de Stephen Dedalus y de Leopold Bloom. Pero no los conocemos como conocemos a Don Quijote, de quien sabemos mucho menos”..
domingo, 6 de noviembre de 2011
15-M, 15-O, La Protesta 3.0
La globalización de la protesta
JOSEPH E. STIGLITZ 06/11/2011
El movimiento de protesta que nació en enero en Túnez, para luego extenderse a Egipto y de allí a España, ya es global: la marea de protestas llegó a Wall Street y a diversas ciudades de Estados Unidos. La globalización y la tecnología moderna ahora permiten a los movimientos sociales trascender las fronteras tan velozmente como las ideas. Y la protesta social halló en todas partes terreno fértil: hay una sensación de que el "sistema" fracasó, sumada a la convicción de que, incluso en una democracia, el proceso electoral no resuelve las cosas, o por lo menos, no las resuelve si no hay de por medio una fuerte presión en las calles. En mayo visité el escenario de las protestas tunecinas; en julio, hablé con los indignados españoles; de allí partí para reunirme con los jóvenes revolucionarios egipcios en la plaza de Tahrir de El Cairo; y hace unas pocas semanas, conversé en Nueva York con los manifestantes del movimiento Ocupar Wall Street (OWS). Hay una misma idea que se repite en todos los casos, y que el movimiento OWS expresa en una frase muy sencilla: "Somos el 99%".
El G-20 deja sola a Europa ante la crisis
Un multimillonario como Warren Buffett paga menos impuestos que su secretaria
Tenemos un sistema donde a los banqueros se los rescató, y a sus víctimas se les abandonó
Este eslogan remite al título de un artículo que publiqué hace poco. El artículo se titula Del 1%, por el 1% y para el 1%, y en él describo el enorme aumento de la desigualdad en Estados Unidos: el 1% de la población controla más del 40% de la riqueza y recibe más del 20% de los ingresos. Y los miembros de este selecto estrato no siempre reciben estas generosas gratificaciones porque hayan contribuido más a la sociedad (esta justificación de la desigualdad quedó totalmente vaciada de sentido a la vista de las bonificaciones y de los rescates); sino que, a menudo, las reciben porque, hablando mal y pronto, son exitosos (y en ocasiones corruptos) buscadores de rentas.
No voy a negar que dentro de ese 1% hay algunas personas que dieron mucho de sí. De hecho, los beneficios sociales de muchas innovaciones reales (por contraposición a los novedosos "productos" financieros que terminaron provocando un desastre en la economía mundial) suelen superar con creces lo que reciben por ellas sus creadores.
Pero, en todo el mundo, la influencia política y las prácticas anticompetitivas (que a menudo se sostienen gracias a la política) fueron un factor central del aumento de la desigualdad económica. Una tendencia reforzada por sistemas tributarios en los que un multimillonario como Warren Buffett paga menos impuestos que su secretaria (como porcentaje de sus respectivos ingresos), o donde los especuladores que contribuyeron a colapsar la economía global tributan a tasas menores que quienes ganan sus ingresos trabajando.
Se han publicado en estos últimos años diversas investigaciones que muestran lo importantes que son las ideas de justicia y lo arraigadas que están en las personas. Los manifestantes de España y de otros países tienen derecho a estar indignados: tenemos un sistema donde a los banqueros se los rescató, y a sus víctimas se las abandonó para que se las arreglen como puedan. Para peor, los banqueros están otra vez en sus escritorios, ganando bonificaciones que superan lo que la mayoría de los trabajadores esperan ganar en toda una vida, mientras que muchos jóvenes que estudiaron con esfuerzo y respetaron todas las reglas ahora están sin perspectivas de encontrar un empleo gratificante.
El aumento de la desigualdad es producto de una espiral viciosa: los ricos rentistas usan su riqueza para impulsar leyes que protegen y aumentan su riqueza (y su influencia). En la famosa sentencia del caso Citizens United, la Corte Suprema de Estados Unidos dio a las corporaciones rienda suelta para influir con su dinero en el rumbo de la política. Pero mientras los ricos pueden usar sus fortunas para hacer oír sus opiniones, en la protesta callejera la policía no me dejó usar un megáfono para dirigirme a los manifestantes del OWS.
A nadie se le escapó este contraste: por un lado, una democracia hiperregulada, por el otro, la banca desregulada. Pero los manifestantes son ingeniosos: para que todos pudieran oírme, la multitud repetía lo que yo decía; y para no interrumpir con aplausos este "diálogo", expresaban su acuerdo haciendo gestos elocuentes con las manos.
Tienen razón los manifestantes cuando dicen que algo está mal en nuestro "sistema". En todas partes del mundo tenemos recursos subutilizados (personas que desean trabajar, máquinas ociosas, edificios vacíos) y enormes necesidades insatisfechas: combatir la pobreza, fomentar el desarrollo, readaptar la economía para enfrentar el calentamiento global (y esta lista es incompleta). En Estados Unidos, en los últimos años se ejecutaron más de siete millones de hipotecas, y ahora tenemos hogares vacíos y personas sin hogar.
Una crítica que se les hace a los manifestantes es que no tienen un programa. Pero eso supone olvidar cuál es el sentido de los movimientos de protesta. Son ellos una expresión de frustración con el proceso electoral. Son una alarma.
Las protestas globalifóbicas de 1999 en Seattle, en lo que estaba previsto como la inauguración de una nueva ronda de conversaciones comerciales, llamaron la atención sobre las fallas de la globalización y de las instituciones y los acuerdos internacionales que la gobiernan. Cuando los medios de prensa examinaron las reclamaciones de los manifestantes, vieron que contenían mucho más que una pizca de verdad. Las negociaciones comerciales subsiguientes fueron diferentes (al menos en principio, se dio por sentado que serían una ronda de desarrollo y que buscarían compensar algunas de las deficiencias señaladas por los manifestantes) y el Fondo Monetario Internacional (FMI) encaró después de eso algunas reformas significativas.
Es similar a lo que ocurrió en la década de 1960, cuando en Estados Unidos los manifestantes por los derechos civiles llamaron la atención sobre un racismo omnipresente e institucionalizado en la sociedad estadounidense. Aunque todavía no nos hemos librado de esa herencia, la elección del presidente Barack Obama muestra hasta qué punto esas protestas fueron capaces de cambiar Estados Unidos.
En un nivel básico, los manifestantes actuales piden muy poco: oportunidades para emplear sus habilidades, el derecho a un trabajo decente a cambio de un salario decente, una economía y una sociedad más justas. Sus esperanzas son evolucionarias, no revolucionarias. Pero en un nivel más amplio, están pidiendo mucho: una democracia donde lo que importe sean las personas en vez del dinero, y un mercado que cumpla con lo que se espera de él.
Ambos objetivos están vinculados: ya hemos visto cómo la desregulación de los mercados lleva a crisis económicas y políticas. Los mercados solo funcionan como es debido cuando lo hacen dentro de un marco adecuado de regulaciones públicas; y ese marco solamente puede construirse en una democracia que refleje los intereses de todos, no los intereses del 1%. El mejor Gobierno que el dinero puede comprar ya no es suficiente.
JOSEPH E. STIGLITZ 06/11/2011
El movimiento de protesta que nació en enero en Túnez, para luego extenderse a Egipto y de allí a España, ya es global: la marea de protestas llegó a Wall Street y a diversas ciudades de Estados Unidos. La globalización y la tecnología moderna ahora permiten a los movimientos sociales trascender las fronteras tan velozmente como las ideas. Y la protesta social halló en todas partes terreno fértil: hay una sensación de que el "sistema" fracasó, sumada a la convicción de que, incluso en una democracia, el proceso electoral no resuelve las cosas, o por lo menos, no las resuelve si no hay de por medio una fuerte presión en las calles. En mayo visité el escenario de las protestas tunecinas; en julio, hablé con los indignados españoles; de allí partí para reunirme con los jóvenes revolucionarios egipcios en la plaza de Tahrir de El Cairo; y hace unas pocas semanas, conversé en Nueva York con los manifestantes del movimiento Ocupar Wall Street (OWS). Hay una misma idea que se repite en todos los casos, y que el movimiento OWS expresa en una frase muy sencilla: "Somos el 99%".
El G-20 deja sola a Europa ante la crisis
Un multimillonario como Warren Buffett paga menos impuestos que su secretaria
Tenemos un sistema donde a los banqueros se los rescató, y a sus víctimas se les abandonó
Este eslogan remite al título de un artículo que publiqué hace poco. El artículo se titula Del 1%, por el 1% y para el 1%, y en él describo el enorme aumento de la desigualdad en Estados Unidos: el 1% de la población controla más del 40% de la riqueza y recibe más del 20% de los ingresos. Y los miembros de este selecto estrato no siempre reciben estas generosas gratificaciones porque hayan contribuido más a la sociedad (esta justificación de la desigualdad quedó totalmente vaciada de sentido a la vista de las bonificaciones y de los rescates); sino que, a menudo, las reciben porque, hablando mal y pronto, son exitosos (y en ocasiones corruptos) buscadores de rentas.
No voy a negar que dentro de ese 1% hay algunas personas que dieron mucho de sí. De hecho, los beneficios sociales de muchas innovaciones reales (por contraposición a los novedosos "productos" financieros que terminaron provocando un desastre en la economía mundial) suelen superar con creces lo que reciben por ellas sus creadores.
Pero, en todo el mundo, la influencia política y las prácticas anticompetitivas (que a menudo se sostienen gracias a la política) fueron un factor central del aumento de la desigualdad económica. Una tendencia reforzada por sistemas tributarios en los que un multimillonario como Warren Buffett paga menos impuestos que su secretaria (como porcentaje de sus respectivos ingresos), o donde los especuladores que contribuyeron a colapsar la economía global tributan a tasas menores que quienes ganan sus ingresos trabajando.
Se han publicado en estos últimos años diversas investigaciones que muestran lo importantes que son las ideas de justicia y lo arraigadas que están en las personas. Los manifestantes de España y de otros países tienen derecho a estar indignados: tenemos un sistema donde a los banqueros se los rescató, y a sus víctimas se las abandonó para que se las arreglen como puedan. Para peor, los banqueros están otra vez en sus escritorios, ganando bonificaciones que superan lo que la mayoría de los trabajadores esperan ganar en toda una vida, mientras que muchos jóvenes que estudiaron con esfuerzo y respetaron todas las reglas ahora están sin perspectivas de encontrar un empleo gratificante.
El aumento de la desigualdad es producto de una espiral viciosa: los ricos rentistas usan su riqueza para impulsar leyes que protegen y aumentan su riqueza (y su influencia). En la famosa sentencia del caso Citizens United, la Corte Suprema de Estados Unidos dio a las corporaciones rienda suelta para influir con su dinero en el rumbo de la política. Pero mientras los ricos pueden usar sus fortunas para hacer oír sus opiniones, en la protesta callejera la policía no me dejó usar un megáfono para dirigirme a los manifestantes del OWS.
A nadie se le escapó este contraste: por un lado, una democracia hiperregulada, por el otro, la banca desregulada. Pero los manifestantes son ingeniosos: para que todos pudieran oírme, la multitud repetía lo que yo decía; y para no interrumpir con aplausos este "diálogo", expresaban su acuerdo haciendo gestos elocuentes con las manos.
Tienen razón los manifestantes cuando dicen que algo está mal en nuestro "sistema". En todas partes del mundo tenemos recursos subutilizados (personas que desean trabajar, máquinas ociosas, edificios vacíos) y enormes necesidades insatisfechas: combatir la pobreza, fomentar el desarrollo, readaptar la economía para enfrentar el calentamiento global (y esta lista es incompleta). En Estados Unidos, en los últimos años se ejecutaron más de siete millones de hipotecas, y ahora tenemos hogares vacíos y personas sin hogar.
Una crítica que se les hace a los manifestantes es que no tienen un programa. Pero eso supone olvidar cuál es el sentido de los movimientos de protesta. Son ellos una expresión de frustración con el proceso electoral. Son una alarma.
Las protestas globalifóbicas de 1999 en Seattle, en lo que estaba previsto como la inauguración de una nueva ronda de conversaciones comerciales, llamaron la atención sobre las fallas de la globalización y de las instituciones y los acuerdos internacionales que la gobiernan. Cuando los medios de prensa examinaron las reclamaciones de los manifestantes, vieron que contenían mucho más que una pizca de verdad. Las negociaciones comerciales subsiguientes fueron diferentes (al menos en principio, se dio por sentado que serían una ronda de desarrollo y que buscarían compensar algunas de las deficiencias señaladas por los manifestantes) y el Fondo Monetario Internacional (FMI) encaró después de eso algunas reformas significativas.
Es similar a lo que ocurrió en la década de 1960, cuando en Estados Unidos los manifestantes por los derechos civiles llamaron la atención sobre un racismo omnipresente e institucionalizado en la sociedad estadounidense. Aunque todavía no nos hemos librado de esa herencia, la elección del presidente Barack Obama muestra hasta qué punto esas protestas fueron capaces de cambiar Estados Unidos.
En un nivel básico, los manifestantes actuales piden muy poco: oportunidades para emplear sus habilidades, el derecho a un trabajo decente a cambio de un salario decente, una economía y una sociedad más justas. Sus esperanzas son evolucionarias, no revolucionarias. Pero en un nivel más amplio, están pidiendo mucho: una democracia donde lo que importe sean las personas en vez del dinero, y un mercado que cumpla con lo que se espera de él.
Ambos objetivos están vinculados: ya hemos visto cómo la desregulación de los mercados lleva a crisis económicas y políticas. Los mercados solo funcionan como es debido cuando lo hacen dentro de un marco adecuado de regulaciones públicas; y ese marco solamente puede construirse en una democracia que refleje los intereses de todos, no los intereses del 1%. El mejor Gobierno que el dinero puede comprar ya no es suficiente.
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