domingo, 19 de junio de 2011

j-19 Invade Francia


127 indignados detenidos en la manifestación de París

La policía alega que los participantes rebasaron los límites permitidos para la protesta

 19 JUN 2011 - 19:43 CET3
Manifestación de indignados en París. / THOMAS COEX (AFP)
La policía francesa ha detenido esta tarde a 127 indignados que se habían congregado frente a Notre Dame después de manifestarse por las calles de París, coincidiendo con la jornada de protesta que se desarrollaba en España.
La manifestación, que reunió varios centenares de personas, había comenzado en Jussieu y acabado, alrededor de las tres de la tarde, frente al Ayuntamiento de París. Ahí, según explica un portavoz de la policía, acababan los permisos que tenía este colectivo para manifestarse. Con todo, cerca de 200 indignados, en pequeños grupos, cruzaron el río y prosiguieron la marcha hacia Notre Dame. Allí, en la explanada que se despliega enfrente de la catedral, se congregaron.
La policía alega que esa reunión, fuera ya de los límites permitidos para la protesta, constituía una “manifestación ilegal”. Tras advertir a los manifestantes de que se disolvieran, detuvieron a algunos de los que se negaron a hacerlo: 127 personas. “Nos dijeron que era ilegal esa concentración, pero en ningún momento nos advirtieron de que nos iban a detener. Yo creía que nos iban a empujar un poco y que ahí se iba a acabar todo. Pero no. Los antidisturbios, simplemente, comenzaron a agarrar a la gente que estaba allí, sin pegar pero con fuerza, y, uno a uno, los fueron subiendo a unos autocares. Cuando los autocares estuvieron llenos, se fueron. A los que no cupimos en los autocares nos dejaron allí”, cuenta Cristina Arranz, una de las manifestantes. “Pasarán unas horas en comisaría, lo justo para tomarles los datos”, explicaba el citado portavoz policial.
La manifestación, según AFP, reunió a cerca de 450 personas, la mayoría estudiantes españoles y franceses, aunque también se sumaron gentes de otras nacionalidades, así como trabajadores, sindicalistas y jubilados. Todos desfilaron, sin que se produjeran incidentes, alrededor de pancartas en las que se podía leer la consignaIndignaos, el lema de la manifestación, pero también el título del ensayito de una treintena de páginas del francés Stéphane Hessel con el que ha conquistado la fama mundial y que desde hace varios meses se encarama semana a semana a lo más alto de la lista de libros más vendidos de Francia. “El poder para el pueblo, esa deuda no es la nuestra”, decía otra pancarta llevada por un manifestante. También se corearon eslóganes a favor de la “democracia real”, contra el capitalismo o contra Sarkozy. Otro indignado prefirió dirigirse directamente a la ciudad: “París, en pie, sublévate”.

19-J invade España


Gran fiesta en las calles de Barcelona

Una multitud recorre las calles de la ciudad en un ambiente festivo para contrarrestar las acusaciones recibidas tras los incidentes del Parlamento

 Barcelona 19 JUN 2011 - 18:28 CET50

Miles de 'indignados' se concentran en el centro de Barcelona (EUROPA PRESS)
Bajo el lema 'la calle es nuestra. No pagaremos su crisis', miles de personas recorren el centro de Barcelona. A las siete de la tarde y según los cálculos de este diario eran unos98.000 manifestantes. La Guardia Urbana los ha cifrado en 75.000 y los organizadores, en más de 200.000. La consejería de Interior fue subiendo la cifra a lo largo de la tarde hasta los 50.000. "¡Nadie nos representa!". Los "indignados" quieren que la marcha discurra en un ambiente festivo para contrarrestar las acusaciones de ser un movimiento violento tras las críticas recibidas por los incidentes del pasado 15 de junio en el parque de la Ciutadella.
Ese día, algunos jóvenes increparon, zarandearon e incluso arrojaron pintura a varios diputados que iban a participar en el debate del Parlament sobre los presupuestos de la Generalitat.
Puntual, a las cinco de la tarde, la cabecera ha salido desde la plaza de Catalunya, el punto neurálgico de la protesta del movimiento del 15 de mayo en Barcelona. Media hora después, miles de personas esperaban aún en las inmediaciones de la plaza para poder avanzar.
"No se puede vivir de esta manera", se queja Felipe Tejeras, de 42 años, entre los silbidos y los cánticos del resto de los manifestantes. Sofía Tarela, de 35 años, protesta junto a su marido y sus hijos, de cuatro años y 20 meses. "Les he explicado por qué estamos haciendo la manifestación", relata A las seis de la tarde, la cabecera ha llegado ya al final de la via Laietana y ocupaba toda la calle, hasta pasada la plaza de Urquinaona. "¡Puig dimisión, Puig a la prisión!", corean, en referencia al consejero de Interior catalán.
La manifestación termina en Pla de Palau. Allí cinco personas de distintos sectores leerán un manifiesto.



El 19-J invade las plazas de España

Más de 200.000 personas se manifiestan en las principales ciudades del país contra el Pacto del Euro, los recortes sociales y la corrupción política. La multitud invade las calles de Madrid, Barcelona y Valencia en un ambiente pacífico, festivo y perfectamente organizado

 Madrid 19 JUN 2011 - 13:44 CET236
Miles de manifestantes en el paseo de la Castellana / SANTI BURGOS
Y el 19-J superó al 15-M. El movimiento de los indignados, que empezó como una reacción espontánea ante “las injusticias” del sistema socioeconómico imperante hace algo más de un mes; que siguió siendo un campamento-protesta; y que terminó diversificado en asambleas de barrio y alimentado en las redes sociales, volvío a demostrar ayer su vitalidad y, sobre todo, su gran capacidad para canalizar los sentimientos de hartazgo, desencanto, frustración e incomprensión de una parte importante de la población española.
Por lo que ocurrió en las principales ciudades de todo el país, donde se concentraron en sucesivas manifestaciones, más ed 200.000 personas (entre 37.000 y 42.000 en Madrid, según el cálculo realizado para EFE por la empresa Lynce; en Barcelona 98.000, según las estimaciones de este diario, 75.000 según el ayuntamiento y 50.000 según los Mossos; 25.000 en Valencia, 16.000 en Galicia, según los primeros datos de la policía local; 5.000 en Sevilla...), parece que la gente ha entendido perfectamente que los incidentes violentos ocurridos en los días pasados junto al Parlamento catalán no tienen nada que ver con el movimiento 15-M, que había llamado a la movilización de los indignados de todo el país y que cobró un especial protagonismo en Barcelona por aquellos antecedentes y el multitudinario seguimiento de la protesta.
En las movilizaciones de Barcelona, las agresiones e insultos a los diputados catalanes desaparecieron del imaginario colectivo, tras un recorrido festivo en el que no se produjo ningún incidente. El movimiento había pedido a los violentos que no se presentasen a la cita. Y así ocurrió. El servicio de orden interno mantuvo un control estricto a lo largo de la manifestación, informa Jesús García. El único incidente de la manifestación se produjo cuando dos agentes de los Mossos d’Esquadra de paisano fueron descubiertos. Algunas personas les increparon, pero los responsables de seguridad del colectivo les pararon los pies y los policías se fueron del lugar hacia sus furgonas.
Si alguien tenía dudas de cómo iba a responder el movimiento tras levantar los campamentos hace una semana, se disiparon. Riadas de personas recorrieron las calles de las ciudades y tomaron sus plazas en un masivo gesto de reafirmación de ese espíritu de combate pacíficoque viene caracterizando a los bautizados como quincemayistas por el escritor José Luis Sampedro, convertido en uno de los teóricos del movimiento tras prologar el libro ¡Indignaos!, de Stéphane Hessel. El 15-M volvió a demostrar ayer que difícilmente “el sistema” puede seguir mirando hacia otro lado ante tanto insatisfecho, tanto parado (joven y viejo), ante tales dosis de hartazgo y decepción... Todo ese gigantesco sentimiento colectivo de indignación, simbolizado y proyectado al mundo desde una acampada de un mes en la Puerta del Sol, ha logrado poner en jaque a quienes mueven los hilos politicos y financieros del país y, con su sola pero ostensible presencia, les está obligando a replantearse métodos y fundamentos.
"En caso de ver a un violento, hay que intentar dialogar y, si no nos hace caso, nos sentamos pacíficamente en el suelo y le señalamos"
Esta misma semana los indignados ya estaban hasta en la Junta de accionistas del Banco de Santander cántandole las cuarenta a su presidente, Emilio Botín, en una muestra más de lo complicado que empieza a ser para el sistema no contar con ellos.
En Madrid, columnas humanas perfectamente organizadas y sincronizadas partieron de todos los rincones de la capital, epicentro del movimiento desde sus inicios, para confluir en el corazón de la democracia representativa, las Cortes. El grito de llegada a las inmediaciones del Congreso de los Diputados se ha convertido en otro símbolo: “¡Que no, que no, que no nos representan!”.
Con una plusmarca nacional de casi cinco millones de parados, los indignados parecen estar o venir de todas partes, dispuestos a dinamitar pacíficamente (también usando los códigos de la sociedad de mercado) cualquier acción o reforma destinada a preservar el actual estado de cosas, ya sea en el ámbito laboral, educativo, ecológico o económico.
Precisamente ayer muchas de las pancartas manifestaban el rechazo al llamado Pacto del Euro, que se presenta desde Bruselas como una receta para paliar la crisis y fomentar la competitividad, y que propone más contención del gasto público (en prestaciones sociales y pensiones) y moderación salarial, además de una mayor flexibilidad laboral. Todo un paquete de medidas que los indignados traducen como “más recortes sociales y laborales”, señalaba Álvaro, estudiante y uno de los portadores de esa pancarta en Madrid.
Si algo ha demostrado el 15-M, más allá del perroflautismo, de la inoportuna y siempre excesiva violencia de unos pocos (manifestantes y policias) y de la resistencia campal de otros que se niegan a irse de la plaza, es que son muchos, como Amalia, una jubilada que ayer se refugiaba a la sombra de los árboles del paseo del Prado durante la la concentración, los que siguen dispuestos a decir que “ya está bien”.

sábado, 18 de junio de 2011

La Bersuit

Los Piojos

15-M marchas del 19-J


Madrid se blinda ante las marchas del 19-J que confluyen junto al Congreso

Los convocantes insisten en el carácter pacífico de las marchas de toda España

Hasta un millar de policías pueden movilizarse en Madrid

Ni policía ni convocantes esperan disturbios en la capital

 Madrid 18 JUN 2011 - 00:23 CET364
Un grupo de indignados del Movimiento 15-M permanecen en la Puerta del Sol, donde se mantienen algunos puntos de información y recepción de propuestas. / Manuel H. de León (EFE)
El movimiento 15-M quiere que convertir el domingo en otro de sus símbolos: el 19-J. Para ello se han convocado marchas y concentraciones en toda España para protestar contra la aprobación delPacto del Euro, cuya ratificación por el Parlamento Europeo está prevista para el 27 de junio. Los convocantes pretenden que el epicentro de la protesta sea Madrid, donde está previsto que desde primera hora partan siete columnas de manifestantes para confluir a las 14.00 en la plaza de Neptuno, junto al Congreso de los Diputados, que estará “blindado” por la policía. La capital estará cuajada de policías, que se irán incorporando de forma paulatina al dispositivo de seguridad en función del número de manifestantes. Ocho grupos de antidisturbios, con unos 400 agentes, están preparados, pero, si hiciera falta, dicen las fuentes, “se tirará de todos los policías disponibles”. No obstante, manifestantes y agentes están convencidos de que el 19-J, que se prolongará hasta la noche, será pacífico, como ha ocurrido desde el principio del 15-M en Madrid.
 “Llamamos a la ocupación pacífica de las plazas públicas y a la creación de espacios de encuentro, debate y reflexión”. Es el llamamiento de los convocantes de las marchas de Madrid, donde la larga acampada de la Puerta del Sol se saldó sin un solo incidente. Los incidentes de Barcelona han llevado a quienes en toda España hablan en nombre del movimiento a llamar al pacifismo, a participar en la evitación de incidentes y en tratar de aislar a los posibles grupúsculos violentos.
Los convocantes no se atreven a facilitar cifras de participación en el 19-J, pero sí confían en una gran movilización para rechazar un pacto del euro. Y las autoridades, también. El Ayuntamiento de Madrid, por ejemplo, aconseja no acercarse al centro de la capital en vehículo privado ante la protesta: “Debido a las características de los itinerarios, que irrumpen en la capital desde todas las entradas, no es posible establecer rutas alternativas”. Curiosamente, el Ayuntamiento no habla del Pacto de Euro y simplifica diciendo que la protesta es “por la crisis y los recortes sociales y laborales”.
Algunas fuentes policiales, por su lado, calculan -aunque siguiendo las cifras que se han atrevido a barajar los propios convocantes en las redes sociales- que la participación puede llegar a las 50.000 personas, pero otras fuentes del mismo cuerpo creen que no llegará a 25.000. El dispositivo está preparado pero oficialmente no se ha querido difundir para evitar una imagen adversa o incluso de que el dispositivo prevé que haya incidentes.
Inicialmente, están preparados ocho grupos de las Unidades de Intervención Policial (UIP, antidisturbios), con 50 agentes cada uno (400 en total), que han recibido instrucciones precisas de no intervenir salvo casos muy excepcionales y limitarse al control de las marchas. Incluso se ha pedido a los agentes que no se pongan el casco y permanezcan con las gorras, que da un aspecto menos agresivo. El objetivo, sobre todo, es blindar todos los alrededores del Congreso para impedir el paso, en todo caso, a la Carrera de San Jerónimo y a la calle de Zorrilla, entre las que se enmarca el Parlamento. El dispositivo es abierto, de forma que los agentes “irán entrando o saliendo del dispositivo”, según la participación en las marchas.
Los convocantes pretenden permanecer en las inmediaciones del Congreso al menos hasta las 20.00, cuando está prevista una asamblea en Sol. Pero su permanencia se pretende en todo caso festiva, con picnic, debates, asambleas, micro abierto, encuentros interbarrios, conciertos, actividades… “Por toda la zona colindante al Congreso habrá infinidad de actividades relacionadas con la protesta y con las líneas de debate para la acción de los Grupos de Trabajo”, escriben en la convocatoria.
Los grupos de UIP de otras provincias cercanas están también prevenidos por si fuera necesaria su presencia y, además, todas las unidades policiales (patrulleros, los agente de los equipos Alazanes o Zodiaco, e incluso las unidades de caballería) de la Jefatura Superior de Madrid están en disposición de intervenir en el despliegue.
Y sí, "como en todas las manifestaciones", subrayan fuentes policiales, habrá agentes de los servicios de Información entre los manifestantes y, también, como bromeaba un mando policial, “incluso puede que haya policías y guardias civiles manifestándose porque quieren hacerlo como ciudadanos y simpatizan con el movimiento 15-M”. Las fuentes insisten en que los policías que trabajan de paisano en estas marchas están para evitar actos de grupúsculos radicales que puedan reventar la protesta, y no al contrario.
Barrera policial montada en la última protesta junto al Congreso, el pasado día 13. / ULY MARTÍN
Esos agentes, a los que el movimiento 15-M llama infiltrados, se han convertido en la diana de los manifestantes, ya que los acusan de haber provocado los incidentes de Barcelona, donde fueron identificados Mossos de paisano mezclados con la masa, aunque la mayoría de los que fueron identificados suelen desarrollar su tarea en la prevención del carterismo y el robo por descuido en la capital catalana.
Tanto Acampada Sol como Democracia Real Ya han denunciado que la gran mayoría de los incidentes violentos que tuvieron lugar este miércoles durante las protestas frente al Parlamento catalán fueron provocados por "policías infiltrados y no por gente del movimiento". "Fueron acciones violentas motivadas principalmente por la brigada de información de la Policía", según ha señalado a la agencia Europa Pres uno de los miembros de la Comisión de Comunicación de la Acampada de la Puerta del Sol, Pablo Gómez. En las marchas está prevista la formación de comisiones de ciudadanos que se dedicarán a tratar de evitar cualquier conato de violencia.