La ciudad brama con desesperación, los ecos de sus quejidos se hacen sentir.
Nos embarga un sentimiento de pesadez y lujuria pocas veces encontradas, no hacemos mas que escuchar de la radio los ecos violentos de una sociedad que se comunica a los gritos.
Ya no nos sorprende el desorden y la descalificacion. Los hombres olvidaron la compostura de las formas de sociedad contenedora, todo es una respuesta desmedida sin tiempo de meditación.
No hay formas razonables por las cuales se pueda discutir, todos sentimos que el derecho de cada uno es mucho mas que el de los semejantes. Los conflictos se apilan y se redoblan sobre si mismos generando la presion que busca la rendija del alivio.
No hace falta demasiada lucidez para darse cuenta que la urgencia de los tiempos nos están significando nuevos paradigmas y que la sociedad por si sola esta buscando el nuevo rumbo.
El descrédito ha alcanzado por igual a todas las clases dirigentes, producto de una subordinación política que progresivamente entrampo a los medios económicos que le da sustento.
La desmedida erosión a la que se sometió a la sociedad y se la sigue sometiendo, provoco los mas dolorosos resultados. Podríamos pensar que fue solo para un sector, pero no fue asi, resintieron a todos los estratos sociales y no se reparó en el daño.
Con discursos desarticulados fueron explicando por que se debe ignorar la quimica de la nada.
Como para la fisica que a principio del siglo XX solo existia la nada entre los planetas y las galaxias.
Esa nada hoy se llama materia oscura y se hacen ingentes esfuerzos para explicarla.
Del mismo modo que seria del todo si no existiera la nada o que seria del uno sin el cero.
Aqui no ocurrió nada.
Explicar el proceso por el cual se movilizaron ciento de miles de ciudadanos sin lider es una tarea gigante, podemos ensayar que se prescindio por que nadie los representa.
Tal vez unos carteles de hace muchos años donde si tenían líder decían
Nos embarga un sentimiento de pesadez y lujuria pocas veces encontradas, no hacemos mas que escuchar de la radio los ecos violentos de una sociedad que se comunica a los gritos.
Ya no nos sorprende el desorden y la descalificacion. Los hombres olvidaron la compostura de las formas de sociedad contenedora, todo es una respuesta desmedida sin tiempo de meditación.
No hay formas razonables por las cuales se pueda discutir, todos sentimos que el derecho de cada uno es mucho mas que el de los semejantes. Los conflictos se apilan y se redoblan sobre si mismos generando la presion que busca la rendija del alivio.
No hace falta demasiada lucidez para darse cuenta que la urgencia de los tiempos nos están significando nuevos paradigmas y que la sociedad por si sola esta buscando el nuevo rumbo.
El descrédito ha alcanzado por igual a todas las clases dirigentes, producto de una subordinación política que progresivamente entrampo a los medios económicos que le da sustento.
La desmedida erosión a la que se sometió a la sociedad y se la sigue sometiendo, provoco los mas dolorosos resultados. Podríamos pensar que fue solo para un sector, pero no fue asi, resintieron a todos los estratos sociales y no se reparó en el daño.
Con discursos desarticulados fueron explicando por que se debe ignorar la quimica de la nada.
Como para la fisica que a principio del siglo XX solo existia la nada entre los planetas y las galaxias.
Esa nada hoy se llama materia oscura y se hacen ingentes esfuerzos para explicarla.
Del mismo modo que seria del todo si no existiera la nada o que seria del uno sin el cero.
Aqui no ocurrió nada.
Explicar el proceso por el cual se movilizaron ciento de miles de ciudadanos sin lider es una tarea gigante, podemos ensayar que se prescindio por que nadie los representa.
Tal vez unos carteles de hace muchos años donde si tenían líder decían
"Nadie Puede"
"Nadie Cumple"
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